El estudio del nervio óptico permite diagnosticar y estratificar muchas enfermedades neurológicas, desde esclerosis múltiple, Alzheimer, demencia… pruebas como la campimetría, el tomógrafo de Heidelberg o los potenciales evocados visuales permiten conocer el estado de las neuronas del nervio óptico y, por ende, del sistema nerviosos central en su conjunto.