CARDIOSCREEN incluye los siguientes parámetros:
Colesterol total: Una concentración elevada (> 200 mg/dL) de colesterol en la sangre se ha asociado con el endurecimiento de las arterias (aterosclerosis), con enfermedad cardíaca y con mayor riesgo de muerte por infarto agudo de miocardio.
Colesterol HDL: Existe una relación inversa entre los niveles de colesterol-HDL en suero y la prevalencia/incidencia de enfermedades cardiovasculares. Según la NCEP-ATPIII, se consideran valores bajos y por tanto de riesgo los inferiores a 40 mg/dL. Niveles mayores a 60 mg/dL se consideran un factor positivo.
Colesterol LDL: Se ha demostrado que la mayoría del colesterol depositado en las placas de ateroma procede de LDL. Por esta razón el colesterol LDL se considera el marcador individual predictivo más importante para la aterosclerosis y el marcador diana en las terapias hipolipemiantes para la prevención o reducción de la aterosclerosis. Según la NCEP-ATPIII se definen niveles con riesgo vascular alto los superiores a 130 mg/dL, en población sin otro factor de riesgo.
Colesterol no-HDL: Se recomienda utilizar el colesterol no-HDL o la apoB como objetivos terapéuticos alternativos en presencia de hipertrigliceridemia. Dado que el colesterol total y HDL pueden medirse adecuadamente en muestras sin ayunas, el colesterol no-HDL puede calcularse con facilidad e independientemente de la trigliceridemia. Valores > 160 mg/dL se asocian con mayor riesgo vascular en personas sin otro factor de riesgo adicional.
Triglicéridos: La hipertrigliceridemia (> 150 mg/dL) está considerada como un factor de riesgo independiente. Frecuentemente va asociada a otros factores de riesgo vascular.
Índice aterogénico Colesterol Total/Colesterol HDL:
Hombre | Mujer | Riesgo coronario |
<3,5 | < 3,4 | Mitad del promedio |
3,5 – 5,0 | 3,4 – 4,5 | Promedio |
5,1 – 9,6 | 4,5 – 7,1 | Dos veces el promedio |
9,7 – 24 | 7,2 – 11 | Tres veces el promedio |
Independientemente de los niveles de LDL, los pacientes con colesterol no-HDL, TG o CT/HDL elevados presentan un riesgo incrementado de enfermedad cardiovascular (Estudio EPIC, 2010).