No tienen una causa bien definida, aunque se sabe que dependen de una susceptibilidad genética. Su prevalencia es muy alta. En conjunto están presentes entre el 10-20% de la población infantil. Entre los más conocidos están los trastornos de déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), los trastornos del espectro autista (TEA), la dislexia, trastornos del lenguaje, etc.