Nuestro departamento de Neuro-Otorrinolaringología dispone de las técnicas diagnósticas más avanzadas y equipos de la más reciente tecnología, con los que ofrecer un diagnóstico preciso y los tratamientos más innovadores.
La incorporación de estudios de la genética en el estudio de la patología otorrinolaringológica tiene como finalidad el diagnóstico precoz; establecer el pronóstico y es decisivo para orientar un tratamiento farmacológico eficiente.
Contar con un laboratorio propio especializado en análisis clínicos nos permite realizar pruebas y diseñar paneles específicos, y obtener resultados en la misma jornada, tales como marcadores predictivos de cáncer de cabeza y cuello, enfermedades autoinmunes en Otorrinolaringología, infecciones crónicas o estudios alérgicos.
Si quiere recibir más información acerca de nuestros servicios de neuro-otorrinolaringología puede concertar una llamada informativa gratuita con una persona de nuestro equipo que solucionará todas sus dudas.
Disponemos de un equipo para realizar desde los tests más básicos (audiometría tonal y verbal, impedanciometría) a pruebas auditivas más avanzadas, tales como la timpanometría de alta frecuencia, útil en el diagnóstico auditivo de lactantes; audiometría de alta frecuencia, para detección precoz de inicio de pérdidas auditivas asociadas a la edad o tratamientos ototóxicos o el GAP detection threshold, en pacientes con sospecha de trastornos centrales de la audición.
Paquete avanzado de estudios vestibulares en pacientes con trastornos centrales y periféricos del equilibrio que nos permite evaluar el reflejo vestíbulo ocular (VOR), responsable de mantener estables las imágenes que vemos durante nuestros movimientos cotidianos. Incluye el test de impulso cefálico, pruebas oculomotoras avanzadas, estudio de las sacadas, pruebas posicionales y test calórico.
Todo paciente con alteración auditiva o del equilibrio precisa un estudio analítico completo (bioquímica, hemograma y serie metabólica), que incluya además la detección de neurotransmisores en plasma (Neuropanel) y la evaluación del estado antioxidante total.
Anomalías en la actividad eléctrica encefálica (EEG) pueden justificar alteraciones en la vía auditiva o vestibular, como la migraña, la epilepsia o estados de inmadurez cerebral que orientan al origen de síntomas como el vértigo, los acúfenos o trastornos centrales de la audición.
El estudio mediante ecografía Doppler mide la velocidad del flujo sanguíneo a través de los vasos sanguíneos del cerebro. En nuestro departamento de Neuro-Otorrinolaringología es especialmente útil para el diagnóstico de la insuficiencia vertebrobasilar.
TC y RMN de oído con estudio de la fosa posterior.
Panel de los principales genes implicados en la pérdida auditiva o de riesgo de enfermedades relacionadas con el vértigo.
Uso de tests específicos para pacientes con trastornos auditivos centrales o con repercusión en la calidad de vida por inestabilidad o acúfenos.
Junto con la videoendoscopia, la estroboscopia aporta una imagen más precisa de la motilidad de las cuerdas vocales al utilizar una luz intermitente sincronizada con la frecuencia del ciclo vocal, diagnosticando lesiones superficiales o trastornos de la cinética cordal primarios o secundarios a lesiones neurológicas.
El software PRAAT es una excelente herramienta para un estudio visual y funcional de la voz y el habla, y permite un seguimiento terapéutico.
Las pruebas funcionales cerebrales, como la espectrometría funcional cercana al infrarrojo (fNIRS) suponen una valiosa herramienta para el estudio de los trastornos asociados al lenguaje y el habla.
La actividad eléctrica cerebral permite la identificación de retrasos madurativos, anormalidades focales o desincronicaciones en pacientes con trastornos relacionados con el lenguaje.
RMN craneal.
Uso de tests específicos para pacientes con trastornos del lenguaje y el habla.
La pérdida del olfato es una discapacidad que se puede evaluar mediante el uso de tests subjetivos. La olfatometría no sólo es efectivos en el estudio primario de la olfacción, sino que pueden ser herramientas útiles en la detección de trastornos centrales como el Alzheimer o el Parkinson.
Con la gustometría valoramos la existencia de una excesiva sensibilidad a los sabores (hipergeusia).
Tests objetivos que demuestras la existencia o no de una reacción arousal ante el estímulo olfatorio o gustatorio.
RMN craneal.