La Farmacogenética surge del encuentro de dos disciplinas, la farmacología y la genética, que aunaron sus esfuerzos en la resolución de un mismo problema: la diferente respuesta de los individuos a un determinado fármaco.
La Farmacogenética proporciona un perfil personalizado que determina qué fármacos podemos tomar, cuáles evitar y en qué dosis son más eficaces para cada individuo.
¿A quién no le ha pasado alguna vez que una pastilla que creía que era una banalidad le ha hecho daño? Un ibuprofeno, un omeprazol o un anticonceptivo, fármacos de uso generalizado, no tienen los mismos resultados en todas las personas y, mientras algunos reaccionan a ellos tal y como indica el prospecto, a otros no les funcionan o les generan efectos adversos mucho más graves que la dolencia inicial que pretendían tratar con ellos.