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Atrofia Cortical Posterior

La atrofia cortical posterior es un síndrome poco común caracterizado por un deterioro temprano, prominente y progresivo en el procesamiento visuoperceptivo y visuoespacial. El trastorno se ha asociado con características neuropatológicas subyacentes de la enfermedad de Alzheimer, pero los estudios neuropatológicos y de biomarcadores a gran escala son escasos. Marianne Chapleau, del Memory and Aging Center, Department of Neurology, University of California San Francisco, y colegas, estudiaron los correlatos demográficos, clínicos, de biomarcadores y neuropatológicos de la atrofia cortical posterior en una gran cohorte internacional.

Realizaron búsquedas en PubMed entre el inicio de la base de datos y el 1 de agosto de 2021, para todos los estudios de investigación publicados sobre atrofia cortical posterior y términos relacionados. Identificaron los centros de investigación de estos estudios y solicitaron datos de los participantes individuales no identificados (publicados y no publicados) que se habían obtenido en la primera visita de diagnóstico de los autores correspondientes de los estudios o jefes de los centros de investigación. Los criterios de inclusión fueron un diagnóstico clínico de atrofia cortical posterior según lo definido por el centro local y la disponibilidad de biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer (PET o LCR), o un diagnóstico realizado en la autopsia. No todos los individuos con atrofia cortical posterior cumplieron los criterios de consenso, siendo diagnosticados mediante procedimientos específicos del centro o antes del desarrollo de los criterios de consenso. Obtuvieron datos demográficos, clínicos, de biofluidos, de neuroimagen y neuropatológicos. Los valores medios de las variables continuas se combinaron mediante el método de metanálisis de varianza inversa; sólo se incluyeron centros de investigación con más de un participante para una variable. Se calcularon proporciones agrupadas para variables binarias utilizando un modelo de máxima verosimilitud restringido.

Identificaron 55 centros de investigación a partir de 1353 artículos, y 29 centros respondieron a la solicitud. Otros siete centros fueron reclutados mediante publicidad a través de la Asociación de Alzheimer. Obtuvieron datos de 1092 personas que fueron evaluadas en 36 centros de investigación en 16 países, los otros sitios no respondieron a la invitación inicial para participar en el estudio. La edad media de inicio de los síntomas fue 59.4 años (IC 95% 58.9–59.8; I2=77%), el 60% (56–64; I2=35%) eran mujeres y el 80% (72–89; I2=98%) presentó síndrome puro de atrofia cortical posterior. La beta amiloide en el LCR (536 participantes de 28 centros) fue positiva en el 81% (IC 95%: 75–87; I2=78%), mientras que la tau fosforilada en el LCR (503 participantes de 29 centros) fue positiva en el 65% (56– 75; I2=87%). La PET con amiloide (299 participantes de 24 centros) fue positiva en el 94% (IC del 95%: 90–97; I2=15%), mientras que la PET con tau (170 participantes de 13 centros) fue positiva en el 97 % (93–100; I2=12%). En la autopsia (145 participantes de 13 centros), el diagnóstico neuropatológico más frecuente fue la enfermedad de Alzheimer (94%, IC 95% 90–97; I2=0%), con copatologías comunes de angiopatía amiloide cerebral (71%, 54– 88; I2=89%), enfermedad con cuerpos de Lewy (44%, 25-62; I2=77%) y lesión cerebrovascular (42%, 24-60; I2=88%).

Estos datos indican que la atrofia cortical posterior se presenta típicamente como un síndrome de demencia pura de inicio joven que es altamente específico de la patología subyacente de la enfermedad de Alzheimer. Se necesita más trabajo para comprender qué impulsa la vulnerabilidad cognitiva y las tasas de progresión mediante la investigación de la contribución del sexo, la genética, las fortalezas y debilidades cognitivas premórbidas y la integridad de la red cerebral.

La atrofia cortical posterior es un síndrome clínicamente definido caracterizado por un deterioro temprano, prominente y progresivo del procesamiento visuoperceptivo o visuoespacial debido a la atrofia acumulativa de las regiones cerebrales parietal, temporal posterior y occipital. Los criterios de consenso de Crutch 2017 para la atrofia cortical posterior describen las características clínicas, cognitivas y de neuroimagen centrales del síndrome y definen dos tipos: atrofia cortical posterior pura, que captura las características clínicas y de neuroimagen centrales del síndrome; y atrofia cortical posterior plus, que además incluye características sugestivas de otras enfermedades neurodegenerativas (p. ej., degeneración corticobasal o enfermedad de cuerpos de Lewy). Aunque las presentaciones clínicas y radiológicas de los tipos de síndrome puro y plus son heterogéneas, la mayoría de las personas presentan dificultades visuales (p. ej., déficit de percepción espacial, simultagnosia, déficit de percepción de objetos, dispraxia constructiva y agnosia ambiental). El síndrome a menudo se asocia con una edad de aparición temprana (<65 años).

Este estudio es, hasta donde sabemos, el primero en analizar e informar sistemáticamente datos clínicos, biomarcadores y neuropatológicos de una gran muestra de personas con atrofia cortical posterior de múltiples centros de investigación de todo el mundo. Al analizar los datos de los participantes individuales, este estudio ha refinado nuestra comprensión de la relación entre patología, biomarcadores y características clínicas en la atrofia cortical posterior. Los hallazgos resaltan la temprana edad de aparición y el predominio femenino de este síndrome. Los hallazgos patológicos de la enfermedad de Alzheimer son altamente prevalentes y la atrofia cortical posterior podría ser el síndrome más predictivo de las características neuropatológicas de la enfermedad de Alzheimer. Las copatologías son frecuentes.

Este estudio de cohorte internacional proporciona datos demográficos, clínicos, de biomarcadores y neuropatológicos actualizados para la atrofia cortical posterior. Los hallazgos muestran el valor de los biomarcadores in vivo de la enfermedad de Alzheimer y de los métodos de imagen para capturar patrones de atrofia e hipometabolismo, que reflejan fielmente los síntomas de la atrofia cortical posterior. Los resultados son consistentes con los criterios de consenso de Crutch 2017 que establecen la importancia de distinguir las presentaciones de atrofia cortical posterior pura (solo síndrome de atrofia cortical posterior central) versus atrofia cortical posterior plus (síndrome de atrofia cortical posterior central y características centrales de otro síndrome neurodegenerativo), porque estos dos grupos podrían reflejar procesos fisiopatológicos distintos. Se necesita más trabajo para comprender qué impulsa la vulnerabilidad cognitiva y las tasas de progresión mediante la investigación de la contribución del sexo, la genética, las fortalezas y debilidades cognitivas premórbidas y la integridad de la red cerebral. Este estudio proporcionará a los médicos, personas con atrofia cortical posterior y cuidadores una mejor comprensión de las características clínicas específicas del síndrome y sus asociaciones con la enfermedad subyacente.

La mayoría de los casos de atrofia cortical posterior informados en la literatura publicada se han atribuido a la enfermedad de Alzheimer en la autopsia, aunque se han informado casos individuales debidos a enfermedad primaria difusa de cuerpos de Lewy, degeneración corticobasal y enfermedad priónica esporádica y rara vez está presente en casos autosómicos dominantes de la enfermedad de Alzheimer. El alelo APOE ε4 (APOE4) se asocia con un mayor riesgo de atrofia cortical posterior, aunque la fuerza de la asociación es menor que la observada en la enfermedad de Alzheimer amnésica. Biomarcadores in vivo (PET, LCR y plasma) de amiloide β o tau puede proporcionar evidencia a favor o en contra de la presencia de neuropatología de la enfermedad de Alzheimer en individuos que presentan atrofia cortical posterior clínica, mientras que las imágenes cerebrales con resonancia magnética o PET con [18F]fluorodesoxiglucosa ([18F]FDG) pueden respaldar el diagnóstico al demostrar un patrón característico de atrofia o hipometabolismo en las regiones parietooccipital y parietotemporal.

Debido a que la atrofia cortical posterior es un síndrome poco común, la mayoría de los informes de series de casos provienen de centros únicos, incluyeron tamaños de muestra modestos y generalmente se centraron en características clínicas, genéticas, de neuroimagen o de biomarcadores de fluidos específicas, no se ha informado una descripción clínica completa de las características de la atrofia cortical posterior en una muestra grande y representativa. El objetivo de este estudio era describir los correlatos demográficos, clínicos, de biomarcadores y neuropatológicos de la atrofia cortical posterior en una cohorte a gran escala mediante la combinación de datos de participantes individuales de múltiples centros de investigación de todo el mundo.

Chapleau M et al. Demographic, clinical, biomarker, and neuropathological correlates of posterior cortical atrophy: an international cohort study and individual participant data meta-analysis. Lancet Neurology, 2024; 23, 2, P168-177. DOI:https://doi.org/10.1016/S1474-4422(23)00414-3.

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