Las enfermedades oculares que durante mucho tiempo se pensó que eran puramente genéticas podrían ser causadas en parte por bacterias que escapan del intestino y viajan a la retina, sugiere un estudio de Peng y colegas publicado en Cell el 26 de febrero. Por lo general, se cree que los ojos están protegidos por una capa de tejido que las bacterias no pueden penetrar, por lo que los resultados de este estudio son inesperados e intrigantes.
Las enfermedades hereditarias de la retina, como la retinosis pigmentaria, afectan a unos 5.5 millones de personas en todo el mundo. Las mutaciones en el gen Crumbs homólogo 1 (CRB1) son una de las principales causas de estas afecciones, algunas de las cuales causan ceguera. Trabajos anteriores sugirieron que las bacterias no son tan raras en los ojos como los oftalmólogos habían pensado anteriormente, lo que llevó a los autores del estudio a preguntarse si las bacterias causan enfermedades de la retina, según Richard Lee, oftalmólogo del University College de Londres y coautor del trabajo.
Las mutaciones en CRB1 debilitan los vínculos entre las células que recubren el colon, además de su papel observado desde hace mucho tiempo en el debilitamiento de la barrera protectora alrededor del ojo. Esto motivó al coautor del estudio, Lai Wei, oftalmólogo de la Universidad Médica de Guangzhou en China, a producir ratones mutantes de Crb1 con niveles reducidos de bacterias. Estos ratones no mostraron evidencia de capas celulares distorsionadas en la retina, a diferencia de sus contrapartes con flora intestinal típica. Además, el tratamiento de los ratones mutantes con antibióticos redujo el daño a sus ojos, lo que sugiere que las personas con mutaciones CRB1 podrían beneficiarse de los antibióticos o de los medicamentos antiinflamatorios que reducen los efectos de las bacterias.
Aunque el artículo presenta una “idea genial”, las personas con mutaciones CRB1 deben mantener su entusiasmo bajo control. En el tipo de ratones utilizados en el estudio, las enfermedades oculares asociadas a Crb1 suelen tardar años en desarrollarse por completo, mucho más allá del marco temporal del estudio, lo cual no asegura que los resultados se traduzcan en humanos. Las bacterias translocadas desde el intestino pueden infectar otros sitios preferentemente, por razones que los científicos aún no entienden. Debido a que las bacterias son raras en los ojos, una pequeña cantidad podría tener un efecto descomunal. CRB1 causa cambios genéticos en el ojo que son dañinos, incluso en ausencia de bacterias. Por lo tanto, aunque los antibióticos pueden ayudar con el daño a la retina, no lo van a revertir ni curar.
Saima Sidik.The surprising link between gut bacteria and devastating eye diseases. Nature. doi: https://doi.org/10.1038/d41586-024-00562-2
Peng, S. et al. Cell https://doi.org/10.1016/j.cell.2024.01.040 (2024).