No todo en la vida es siempre blanco o negro. Tampoco lo son los pandas gigantes. Durante años, los científicos -y el público- en China han estado fascinados por Qizai, el único panda marrón y blanco en cautiverio. Encontrado abandonado en la naturaleza, vive en el Centro de Cría y Protección de Animales Salvajes de Louguantai en Xi’An. Solo se han documentado siete pandas marrones y blancos, todos de Qinling, una cadena montañosa en la provincia china de Shaanxi. Ahora, un equipo de investigadores ha descubierto por qué el oso macho de 14 años tiene un pelaje tan inusual, y es probable que los hallazgos también se apliquen a los pandas marrones salvajes. A los pandas marrones les falta una secuencia corta de ADN en Bace2, un gen relacionado con la pigmentación, según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los pandas de Qinling son bastante diferentes de los de Sichuan, la provincia en la que habitan la mayoría de los pandas gigantes (Ailuropoda melanoleuca). Estudios anteriores sugerían que los pandas de Qinling podrían haber sido separados de los pandas de Sichuan hace unos 300.000 años. Hu y colegas estudiaron la información genómica de tres “tríos familiares” (un par de padres panda y su cachorro) asociados con dos pandas marrones, junto con los genomas de otros 29 pandas blancos y negros. Los tríos eran Qizai y sus padres; Qizai, su pareja y su cachorro; y Dandan, el primer panda marrón documentado en China, hace casi cuatro décadas, su pareja y su cachorro. Entre ellos, solo Qizai y el ahora fallecido Dandan son marrones y blancos. Los investigadores creen que los pandas marrones son homocigotos para una versión particular de Bace2; tienen copias idénticas del gen. La secuenciación genética confirmó que a ambas copias de Bace2 en los osos pardos les faltaba el mismo tramo de 25 pares de bases, la unidad básica de una molécula de ADN o ARN. Básicamente, esto significa que la secuencia de codificación de la proteína se interrumpe, lo que conduce a un mal funcionamiento de la proteína. La secuenciación genética adicional de otros 192 pandas blancos y negros en cautiverio mostró que ninguno era homocigoto para esta versión de Bace2. En un experimento de laboratorio, los ratones modificados genéticamente para tener la mutación tenían pelajes de color claro. El equipo también descubrió que, en comparación con los pelos de los pandas negros, los pelos de los marrones parecen tener menos melanosomas, orgánulos responsables de la pigmentación del pelo y la piel. El gran avance de este artículo es el hallazgo de que la falta de un gen o segmento genético también podría conducir al cambio de color.
Xiaoying You. Genetics solves mystery of rare brown pandas after 40 years. Nature. doi: https://doi.org/10.1038/d41586-024-00614-7
Guan, D. et al. Proc. Natl Acad. Sci. USA 1212, e2317430121 (2024).